El boxeador Manny Pacquiao, campeón del mundo es ídolo de multitudes y fanático de las peleas de gallos. A diferencia de Estados Unidos, en Filipinas son legales las luchas entre plumíferos y el boxeador es un entusiasta de este "entretenimiento" popular. En una entrevista para una revista deportiva, Manny Pacquiao reveló que es un atleta nato y que le gustan los gallos porque guardan mucha similitud con el boxeo. En esta disciplina los animales deben entrenarse y ponerse en forma para las peleas.
La pelea de gallos es una práctica tradicional en los países que fueron
colonia de España, tal como Venezuela, Colombia, México; igualmente ocurre en Filipinas, donde el portugués Fernando de Magallanes llegó en 1521 trayendo con él la afición por los gallos de riña. En Filipinas y México se usa la navaja, pero en los países caribeños no se juega con navaja, sino con espuelas plásticas, espina de pescado u otro material, menos acero.
Como cualquier criador venezolano a Pacquiao le gusta atender y ver crecer sus pollos, así como ir a los palenques a observar como sus pupilos se baten para ganar y seguir sobreviviendo. Pacquiao, cuando no tiene pelea en puerta, se entretiene en su rancho con sus animales, donde tiene cerca de 500 gallos de primera clase en una inversión de un millón de pesos filipinos o 23 mil dólares, según datos de páginas Web.
El campeón mundial, aparte de profesar la religión católica, no se le olvida cuando fue pobre, y por eso cada fin de año le da un poco de lo que tiene a su gente, que lo venera como un verdadero ídolo
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